Prologo

Era de mañana en la residencia Narashvan, el resplandor del sol sobre las tuberías y curiosos aparatillos metálicos que sobresalían de las paredes le daban a aquella casa una apariencia robótica, que no estaba demasiado alejada de la realidad, por dentro, la residencia Narashvan estaba plagada de inventos incontables,  y las mismas paredes de la mansión eran parte de un complejo sistema dotado de inteligencia artificial que tenia por nombre Narash01, varias de las paredes contaban con brazos robóticos, lectores laser, pantallas y demás aparatos que habría creado el ahora propietario de la casa, el joven, brillante y cabeza dura, Narashvan Heil.

Su lacio cabello celeste resbalaba por encima de la bandana que perennemente estaba amarrada a su cabeza, sus ojos, casi negros, miraban con desdén una escena aterradora que había llegado a su TV esa mañana como parte de las noticias, un reportero desabrido explicaba angustiado los acontecimientos desde un lado de la pantalla, y detrás suyo  se apreciaba una vista bizarra, sobre las colinas en un claro  del bosque de Criato en Triana; un pequeño país vecino; el reportero comenzaba su nota:

    -“Se ve lo que parece  ser  una enorme charca de sangre humana y lodo, sin embargo no se ha encontrado en los alrededores ninguno de los cuerpos  de las posibles víctimas, ni rastro alguno de los atacantes, simplemente la gran cantidad de sangre tiñendo la tierra, y en un extremo de la charca un dije de plata y trozos desgarrados de una prenda de vestir, el dije es algún símbolo, los especialistas aseguran que representa a una secta, pero hasta el momento nadie conoce su procedencia, es una vista aterradora la que tenemos esta mañana, literalmente una charca de sangre ha aparecido en las colinas de Criato, se calcula que como menos 50 personas han perdido la vida en este lugar el día de ayer, los voluntarios de la localidad cercana de Criatis se han unido a la búsqueda para encontrar a los atacantes, mientras que los demás habitantes han tomado el día de luto por las numerosas muertes, las ancianas han …..”

    -No necesitamos ver ese tipo de cosas...-Comento el joven Heil mientras apagaba el televisor y se levantaba del sillón-
    -¡Pero maestro son noticias importantes! además Triana queda cerca y… –Exclamo sobresaltada Lilieth, una chica de unos 14, con cabellos largos rizados, ojos avellana y ruborizadas mejillas pobladas de pecas-
    -¿y si son una secta y vienen hasta acá? –Añadió  Jophi, alta peli castaña y de ojos café-
    -No son importantes, son pasado Lil, y es poco probable que vengan, y si lo hacen, esta casa es impenetrable-
    - No deberías ignorar las noticias Heil... –Dijo  con tono molesto Niki, alta esbelta, con cabello rosado y ojos color miel, su cara era estilizada al igual que todo su cuerpo, llevaba anteojos y una expresión ligeramente arrogante- …Son parte del mundo en el que vives
    -El chico volteo para fijar la mirada en Niki y con un rostro que hacia notable su irritación le contesto –Yo no soy parte de esa mierdecilla de mundo, ¡aquí tengo todo el mundo que necesito! –Afirmo enojado señalando al suelo de la casa, y luego salió de la habitación con el ceño fruncido y los puños apretados-
    -Me pregunto si algún día cambiara ese genio suyo…. –Añadió Sojo, una muchacha de tes oscura, alta y esbelta con una cabellera lacia color rosa. Suspiro encendiendo nuevamente el televisor a petición de las demás damas, eran en total 10 en la casa, Heil, y 9 chicas que eran sus asistentes, Victoria, Aldo, Eyre, Julie, Anne, Jophi, Sojo, Niki y Lilieth.

La noticia rápidamente había viajado por todo el mundo, causando conmoción y miedo, se sumaba a una cantidad de acontecimientos escalofriantemente similares. El hecho fue conocido como el punto rojo de Criato, porque la tierra donde estaba la charca quedo rojiza.

Pero con las semanas, aquel punto rojo de Criato fue olvidado, como la mayoría de las cosas en las eras de grandes cambios, pero el caso de Criato a la verdad, era uno bastante particular, podría decirse que en ese día nació el mayor de los cambios de esa era. Y hubo muchos que tiempo después, lamentaron haber dejado Criato en el olvido.

Un par de meses más tarde, rodaba nuevamente en los noticieros al haber sido descubierto el significado del dije de plata hallado en la escena, era el símbolo de  la secta del “NovaOrbis”, un grupo de revolucionarios tan amados como odiados por la sociedad, cuyo propósito era desconocido para los civiles comunes. Por lo que se sabía, tenían un gran poder destructivo y el apoyo parcial de numerosos gobiernos, nadie sabía porque, pero a nadie le importaba realmente, puesto que la mayoría del tiempo aniquilaban a tribus y pueblos potencialmente peligrosos que no “formaban parte de la sociedad moderna”

    -¡Por fin!, esta gente tiene un equipo de inteligencia bastante imbécil, menos mal que no era algo urgente– comento un chico de cabello castaño luego de leer los encabezados sobre el dije de plata, estaba sentado en la acera frente a un café, en Tamena, (un pequeño poblado pesquero con arquitectura colonial) su mejilla, cuello y mano izquierda estaban vendados, y a su lado estaba sentado un sujeto alto de extraño cabello grisaseo y rasgos toscos, quien le contestó:
  -Bueno no es como que los Nova anden por ahí con camisetas estampadas con su símbolo Lucas, ya sabes, esos tipos son todos secretos y misteriosos.
  -Si…si.
  -Y el que todos supieran no sería mejor para nadie, al menos no ahora.
  -Supongo –Dijo Lucas, volviendo su mirada al periódico, en la primera página, la foto del punto rojo- ¿Cómo pueden hacer cosas así?...-
  -Volviendo a lo nuestro Lucas..-dijo el sujeto alto mientras se levantaba tendiéndole la mano al pelicastaño- ¿Ya decidiste que vamos a hacer?
    -Uhum… –afirmo asintiendo con la cabeza mientras se levantaba con la ayuda de Arka –Vamos a donde los Narashvan, ellos tienen lo que necesito,  ¡iremos a Radhelvent Arka! - dijo sonriendo con algo de picardía mientras señalaba el puerto y comenzaba a caminar, cojeando levemente de la pierna izquierda.  Arka suspiro sonriendo de medio lado mientras caminaba detrás del chico –espero que eso sean medicamentos...- Murmuro.
  -¿Dijiste algo?
  -Ehmm…
El sol del mediodía se levantaba mientras caminaban hacia el puerto, el mar brillaba como las estrellas y los barcos de madera crujían contra los muelles. Pronto abordarían con rumbo a Radhelvent  en Reykjari, a los Narashvan, y al primer paso hacia un destino que nunca sospecharon tan grande.